miércoles, 22 de noviembre de 2017

Quillotanos en la Guerra del Pacífico


Santiago Amengual Balbontín (Quillota, marzo de 1815 – Santiago, abril de 1898)


El propósito de estas líneas es entregar más informaciones alusivas a los olvidados soldados quillotanos del 79 basándonos en el libro de Francisco A. Figueroa y en el diccionario (1925) de Virgilio Figueroa.

        Las 500 páginas de la obra de Figueroa pretendían recopilar “todo cuanto se haya escrito o haya hecho el batallón Quilota en su corta y gloriosa campaña en el Perú, testificando con los documentos oficiales respectivos el asunto de que se trate”.  Se constata que “El Correo de Quillota” era el único periódico que había en el departamento de Quillota entre los años 1879 y 1882.

Memoria inédita del teniente del batallón Quillota  don Enrique Vicencio” se titula el texto de 21 páginas incluido en la recopilación.  Es un diario desde el acuertelamiento definitivo hasta la llegada a Iquique.  El autor falleció el 4 de marzo de 1881, con el brazo derecho amputado, en alta mar, frente al puerto de Arica.  El capitán José Pragmacio Vial, cajero del banco de Melipilla antes del conflicto bélico, murió en El Callao, después de la batalla de Miraflores, como consignamos en la nota anterior.  En la misma acción bélica falleció el joven sureño José Dionisio Cienfuegos.

        Del importante periódico santiaguino “El Ferrocarril” (septiembre de 1880) Figueroa transcribe lo siguiente sobre nuestro batallón: “Este hermoso batallón cuenta en sus filas a hombres de las profesiones y oficios más diversos, entre ellos el conocido aeronauta Laiscelle, farmacéuticos, telegrafistas, mecánicos, sastres, peluqueros, zapateros, herreros, y hasta un célebre titiritero …”.  Al respecto, con fecha 7 de octubre de 1880, se copia que en Iquique “Eduardo Laiscelle, sargento de la 4ª compañía, hará mañana a las 9 A. M. su ascensión aerostática en su globo llamado “El Vencedor”.

        No olvidemos que el comandante del “Quillota” era José Ramón Echeverría, agricultor que residía en su fundo “El Olivo”.  Antes fue comandante del escuadrón Nº1 de caballería de Purutún.  Falleció “de una enfermedad que contrajo en campaña”, después de la guerra.

        Algunas fechas del batallón: partió de Valparaíso, en el transporte “Angamos”, el 21 de septiembre de 1880;  cuatro días después llegó a Iquique y el 14 de enero de 1881 desembarcó en Chorillos y acampó en el cerro llamado “El Salto del Fraile”.

Según Figueroa, sufrió 126 bajas (muertos y heridos): 8 oficiales y 118 soldados.  Uno de los soldados heridos fue Augusto Poublete.

        Así como la villa de Puchuncaví “dio un buen contingente de voluntarios al movilizado Quillota”, más de 300 voluntarios quillotanos se incorporaron al “Cazadores del Desierto” y más de 400 al “Batallón cívico Lautaro”, antes del 21 de mayo de 1879.

        En nuestra ciudad, la guerra motivó la aparición de instituciones y organizaciones desde mayo del 79:

  • La Junta Central de Subsidios, presidida por el Gobernador, y sus subcomisiones colectoras de fondos.
  • Comité de Señoras.
  • Comité Sanitario de la Cruz Roja, “con el fin de recoger erogaciones para el socorro de los heridos de la guerra”.
  • “La Protectora de Quillota”, desde agosto de 1880, para atender a las familias de los soldados del batallón y a los soldados mismos.  Nueve vecinos presididos por el filántropo José Francisco Hevia.

        Para finalizar, nos referiremos brevemente a un militar que mencionamos en el texto anterior;  Santiago Amengual Balbontín (Quillota, marzo de 1815 – Santiago, abril de 1898).

        “El 7 de junio de 1879” partía al Perú como comandante del regimiento movilizado Esmeralda, organizado con los futres del Portal, y el 28 de enero de 1880 se le nombraba jefe de la 1ª división del ejército del norte.  El 17 de julio de ese año se le ascendió a general de brigada y el 18 de agosto de 1888 a general de división, grado en que obtuvo cédula de retiro absoluto el 8 de noviembre del año indicado”.

        El año 1891 volvió al servicio para apoyar al gobierno de José Manuel Balmaceda, como lo había hecho con otros gobiernos en 1837, 1851 y 1859.  Los traidores lo expulsaron del ejército.

        Anteriormente, había participado en la guerra contra la Confederación peruanoboliviana.